María es una chica de 19 años, de grandes ojos azules y pelo negro que contrasta con su piel blanca como la nieve. A María la conocí hace dos veranos, acabábamos de llegar a la isla, era la primera vez que veníamos a Grecia, conectamos rápidamente, nos gustaba sentarnos juntas y mirar el mar en silencio, a veces, como si hablásemos con nosotras mismas, nos contábamos nuestros sueños, me acuerdo muy bien del suyo, quería viajar a Ibiza, buscar trabajo allí de barwoman. Encontramos trabajo y ya no nos veíamos tan a menudo ya que trabajábamos siete días a la semana, doce horas cada día, era duro pero sabíamos que al final de la temporada íbamos a tener dinero para poder darnos unas buenas vacaciones. Ella tan sólo estuvo dos semanas en su trabajo, no conozco a nadie que haya durado más en el bar donde ella trabajaba. Encontró un trabajo en una discoteca en la playa por el día, por las noches venía con sus amigos al bar donde yo trabajaba, siempre tan cariñosa conmigo, tan amigable, ella es una chica especial, la mayoría de las personas cuando se sienten dolidas dañan a los de su alrededor, ella no, su mirada transmitía dolor pero te llenaba de amor con sus palabras y abrazos. Un día llegó y me dijo que había conseguido un trabajo en Atenas y que nos volveríamos a ver, y así fue, el verano siguiente volvió a la isla, al bar donde yo trabajaba, venía cada fin de semana, siempre con diferente compañía, siempre con hombres que le doblaban la edad. Seguía tan cariñosa conmigo, me cuidaba, me daba consejos, se reía conmigo, siempre con sus ojos que reflejaban dolor. Un día vino por la mañana a despedirse, llevaba unas gafas oscuras enormes para ocultar sus enormes ojos claros, me dijo que me cuidara, lo repitió muchas veces, me dijo que la vida era dura, que las personas crueles, que me alejara del dinero fácil y de las malas compañías, que la gente miente, que se aprovechan de ti, que no me fiara de nadie y menos de los hombres. Me dijo muchas cosas, me dio muchos consejos, no sé si por decírselo a ella misma o por que no quería que a mi me pasara lo mismo, ella no quería que nadie se prostituyese como ella.
He leído el artículo publicado hoy en El País, he conocido a mujeres que se prostituyen, he leído entrevistas a la presidenta de la asociación Hetaria, además de numerosos artículos con datos, discusiones y opiniones sobre el tema en revistas de mujeres en la red, y tengo mi propia opinión, la prostitución hoy en día y en el mayor número de los casos, y esta es mi opinión personal y no soy ninguna experta, es una continuación de la esclavitud a la que hemos estado sometidas las mujeres por los hombres durante siglos, si a mi me dan una sociedad en la que todos estemos en igualdad de condiciones, todos, donde no haya exclusión social, y todos podamos elegir nuestra profesión, para mi en ese caso, la prostitución será una opción totalmente válida si los que optan por ella la eligen libremente y no porque no tiene otra opción. Sin embargo, mientras se sigan comprando y vendiendo mujeres por traficantes de personas, mientras la gran mayoría de las mujeres que se dedican a la prostitución lo hagan porque no tienen otra opción, mientras tanto, para mi, eso no es un trabajo, es ser esclavo. Y esa es mi opinión personal, la opinión de una persona que no es experta en nada, que puede que esta opinión no sea la correcta, pero es que considero este tema demasiado complejo para que nadie pueda considerarse experto, es un tema muy antiguo y el futuro nadie lo puede adivinar. La libertad de una persona termina donde empieza la del otro, yo soy libre para opinar, quiero que esas mujeres, y que todas las mujeres, tengan la libertad de elegir la vida que quieran, y quiero que la información sobre ese proceso circule libremente, para que todos estemos informados sobre qué elegir. La opinión de Amelia Valcárcel es la opinión de un experto, una persona que está informada, que ha estudiado el tema, que ha hablado con estas mujeres y que conoce lo que ha ocurrido en otros países donde se ha optado por la legalización de la prostitución, ha escrito el artículo apoyada por un equipo de mujeres que conocen este tema igualmente, no es una opinión de alguien más, como podría ser yo, es una opinión fundamentada y totalmente válida.
Por eso, y al ver el fracaso producido en Holanda, debemos estudiar otras alternativas y mientras tanto seguir luchando por una sociedad más libre y justa para todos.
Yo, a veces...cambio de opinión, no escupo al cielo, puede que me caiga encima, ya veremos, tan sólo estoy segura de una cosa y es que deseo lo mejor para cada uno de nosotros y para todos como conjunto. Saludos